Ex presidente de Uruguay José Mujica El jueves se refirió a la Convención Constitucional que actualmente realiza sus primeras sesiones en Chile, para redactar una nueva Carta Fundamental para nuestro país, y dijo que teme que se convierta en «una bolsa de gatos».
Lo que sospecha el expresidente uruguayo, consultado sobre la situación en Chile de noche La segunda, es que Quieren resolver todas las dificultades del pueblo chileno con una Constitución ”, aunque también acoge con agrado el proceso con ten esperanza En el futuro.
Su expectativa para Chile es que los 155 delegados constitucionales electos para componer la Convención “tengan un acuerdo mediado y puedan mantener políticas sociales que alivien las contradicciones”.
Sin embargo, destacó que una Constitución es «un programa de líneas principales y objetivos¡No le pidamos más a la Constitución! «
Al frente del gobierno uruguayo entre 2010 y 2015, Mujica dijo entender los factores que llevaron a Chile a la peor crisis social y política en décadas, resultado en parte de los altos niveles de desigualdad que azotan a la población.
«No hubo una semana aquí que no vinieran tres o cuatro chilenos, muchos universitarios, hablando conmigo, por la dificultad para pagar sus diplomas, todo eso»., afirmó.
“Por un lado, las cifras objetivas para Chile fueron un fenómeno, en el contexto de América Latina, pero las cifras se confundieron con los sentimientos de la gente de abajo”, agregó.
Según Mujica, el pacto que dio un salida institucional La grave ola de protestas que estalló en octubre de 2019 en Chile y dejó una treintena de muertos y miles de heridos fue «una cosa civilizada e inteligente».
«Tiene mucho sentido que tengan una verdadera liberación social en el sentido de atender las emergencias más fuertes, manteniendo la estabilidad de la economía, y que los sectores económicamente más poderosos de Chile entiendan que tienen una responsabilidad con su gente ”, dijo el líder del Movimiento de Participación Popular, el sector más fuerte. en el Frente Amplio de Uruguay, desde la izquierda.
Integrada principalmente por ciudadanos sin afiliación a partidos políticos y con tendencia progresista, resultado que significó un terremoto electoral para el país, la Convención Constitucional tiene un año para redactar una nueva Carta Fundamental que, de ser sancionada en 2022 con otro referéndum saliente, reemplazaría al actual, heredado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990)