La polémica se produjo el 30 de marzo, en el momento en que la Dirección de Administración de la Presidencia emitió la Modificación de 2018 a la Resolución Exenta N° 978, que planteaba terminar a la designación de “Primera Dama”, entre otros muchos cambios en la composición de gobierno. , que va a ser sustituido por el nombre de la pareja del presidente Gabriel Boric, Irina Karamanos. Pero a inicios de esta semana, la filtración de este archivo mediante las comunidades desató una avalancha de comentarios y reacciones, lo que llevó al gobierno a sacar la enmienda por considerarla un «fallo administrativo», dejando ese cambio sin efecto y desvistiendo un nuevo fallo en la “Forma”, en referencia a una reestructuración que fue una parte de las promesas de campaña del presente presidente.
Este miércoles han comunicado desde La Moneda que el gabinete encabezado por Karamanos al final se llamará “Coordinación Social y cultural de la Presidencia de la República”, on line con lo que creen guarda relación con la transformación progresiva del papel de “Primera Dama”. . Pero la polémica no acaba con el nombre de este cargo, sino brotan los primeros problemas sobre las funcionalidades y límites de sus competencias, estimando que sus ocupaciones están de forma directa similares con la actuación de ministerios como Promuevo, Temas Sociales, Mujer y Justicia de Género. e inclusive el Ministerio del Interior.
Como se establece en la citada resolución, el gabinete encabezado por Irina Karamanos “va a ser responsable de detectar, ofrecer y coordinar los lineamientos estratégicos y definiciones programáticas de las políticas públicas dirigidas a remover la desigualdad y la discriminación de los conjuntos históricamente excluidos con enfoque intersectorial, derechos humanos y visión de género” .
En ese contexto, el analista político y secretario académico de la Capacitad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Facultad Autónoma, Tomás Duval, se expone impresionado por las extensas funcionalidades que le fueron encomendadas en distintas materias no enlazadas históricamente a este cargo, en comparación con lo que considera imperativo para determinar el espacio que va a tener esta figura en el gobierno. “Esta debilidad de entregarle funcionalidades alén de su cargo y también entorpecer con otras áreas, pienso que es un inconveniente muy profundo que puede entorpecer seriamente la administración del gobierno. Pienso que el papel de la Primera Dama cada día se fué definiendo mucho más, esencialmente en una secuencia de fundaciones y haciendo un trabajo en esta área popular. Me da la sensación de que esa fue la región donde se ha podido haber acotado ese número, pero claro esta modificación ahora refleja un abandono, una suerte de desorganización interna donde se da cuenta que no hay preocupación por los datos”, ha dicho Duval.
En ese sentido, Marco Moreno, asimismo analista y directivo de la Escuela de Gobierno de la Facultad Central, añade que el reconocimiento del fallo como acto administrativo por la parte de este gobierno oculta un inconveniente de fondo, que cree tiene un ingrediente comunicacional, pero asimismo desgastado. ingrediente de aptitud del gobierno. “El inconveniente de la comunicación debe ver con la contrariedad que tiene el gobierno para desarrollar lo que técnicamente se conoce como comunicación del gobierno, que no es mucho más que legitimar las resoluciones que toma el gobierno. Evidentemente que es imposible llevar a cabo comunicación de gobierno si lo que se está comunicando son fallos o desajustes que se dan con relación al diseño de ese gobierno”, apostilló Moreno.
Un fallo no forzado que disuade al columnista El contador, Germán Silva Cuadra, demanda el abandono en la escenificación de un gobierno que de nuevo se confunde en la «forma» en que está aplicando una reforma que trasparenta las promesas y también ideas expresadas antes de su llegada a La Moneda a un tono durísimo. críticas a la situación de la Primera Dama al hablar de su precisa reestructuración. Para Silva Cuadra, el desarrollo debería ser mucho más terminado en concepto de transparencia, abriendo un enfrentamiento o discusión concreta y también implicando a múltiples actores, sabiendo asimismo los intentos anteriores de cambio por la parte de Marta Larraechea.
¿Qué es lo que significa ser Primera Dama?
En sus 32 años de vida, desde su creación en 1990, la Dirección Social y cultural de la Presidencia estuvo apuntada por cinco Primeras Damas: Leonor Oyarzún, Marta Larraechea, Luisa Durán, Cecilia Morel y en este momento Irina Karamanos. Extraordinariamente, Michelle Bachelet, quien no está casada, ha designado a 4 directivos diferentes en sus 2 ordenes en La Moneda: Adriana Delpiano; María Eugenia Hirmas; su hijo Sebastián Dávalos; y Paula Forttes.
El cargo de Primera Dama no está regulado, tiene cargo, no posee remuneración, pero tiene un conjunto de aconsejes, financiamiento y siete dotaciones en su haber: Integra; fundación familiar; prodemu; Museo Amigable Mirador (MIM); orquestas juveniles y también infantiles; artesanías chilenas; y chileno. Según la Contraloría General de la República, la Primera Dama no tiene la obligación de enseñar una Declaración de Intereses y Recursos (DIP).
Desde 2009 pasó a nombrarse Dirección Social y cultural de la Presidencia; entonces, en 2010, se cambió el nombre a Gabinete de la Primera Dama; y en 2014 fue reelegido en la Dirección Social y cultural de la Presidencia. El cambio de nombre refleja que Michelle Bachelet no tenía pareja en el momento en que aceptó y 2 mujeres sin relación íntima en su primer gobierno (Delpiano y también Hirmas) y en su segundo gobierno su hijo y después una mujer sin vínculo afectivo de género ( Forttes).
Dado que sea un cargo que no está regulado por la ley, como es la situacion en la mayor parte de las democracias de presidentes de todo el mundo, lo transforma en un papel intrínsecamente maleable. La resolución del gobierno está online con las críticas que formaron una parte de su campaña pero podría regresar a conseguir inconvenientes en el hipotético ámbito de que los poderes de este cargo abandonen su campo social y cultural y empiecen a traspasar los límites de otros ministerios.
Sobre esto, Carolina Guerrero, doctora en ciencias políticas, asegura –en una columna publicada en Tercera dosis– que “el cargo de Primera Dama es político y tiene bastante simbolismo en todo el país y también en todo el mundo y por ende no es recio y puede cambiar regularmente. Es esencial redefinir el papel, ofrecerle una exclusiva mirada con visión de género , para incluirle mayores estándares de transparencia y no duplicar funcionalidades que tienen otras instancias gubernativos, sino más bien coordinar y fomentar temas de la agenda pública.