En el primer mes del año del próximo año, el Consejo General de la UDI ratificará su nuevo directorio, que ocasionalmente va a estar encabezado por el senador Javier Macaya, quien busca la reelección como timonel del partido de derecha por un periodo de un par de años. Sin opción a certamen, la lista encabezada por el parlamentario sostiene una composición afín a la presente mesa directiva, con María José Hoffmann como asesora general, pero que busca agrandar la red de acompañamiento en los gremios al integrar nombres como el del exministro del Interior. Rodrigo Angosto en la vicepresidencia, la de la exconvencionalista Constanza Hube como vicesecretaria y la exministra Isabel Plá en la Institución de Relaciones De todo el mundo. La lista asimismo incluye a Domingo Arteaga como vicepresidente; el exsecretario de Estado Máximo Pavez; la regidora de Las Condes, Daniela Peñaloza; y la miembro del congreso de los diputados Flor Weisse.
Más allá de que hay voces críticas en la UDI con en comparación con registro de esta lista unificada, su Junta Directiva tiene la incorporación de Angosto como estrategia para legitimar y diversificar el espacio de resoluciones políticas. Esto en el comprendido de que el exalcalde de Estación Central estuvo aun cerca de desafiar a él en una lista de disidencia en la pelea por un frente que fué objeto de inconvenientes partidistas, especialmente por el papel de Macaya para contribuir a cerrar velozmente un convenio. con el partido gobernante por una exclusiva constitución. Ciertos, aun en su base componente, apuntan al senador regional O’Higgins, adjuntado con el resto líderes de los partidos Vamos de Chile, como los máximos causantes de perder la posibilidad histórica, la victoria del rechazo. Mejor utilizar el referéndum para salir.
En verdad, nuestro Presidente de la UDI admite que el primordial desafío que encara la Junta Directiva que encabeza es retomar las bases territoriales, apostando fuerte a un esfuerzo que le deje al ayuntamiento conseguir desenlaces perfectos en las próximas selecciones municipales de 2024. asumir que hay voces de sus componentes en la calle que tienen una visión crítica con en comparación con papel del almacén en pos de la continuidad del desarrollo constituyente. En ese sentido, Macaya sabe que el cargo que acepta, aparte de su vocación de concertar pactos con otros ámbitos, es exactamente el mismo desarrollado por y desde el exsenador y colaborador emblemático de la dictadura militar, Jaime Guzmán Razón, debe proseguir siendo leal. a una tradición política que no se extinguirá al calor de la contingencia.
Sobre esto, Javier Macaya está en charla con El bar de La Clave, aseveró que “la base territorial todavía es la piedra angular del emprendimiento político de la UDI. Por consiguiente, nuestro mayor reto en un medio plazo debe ver con las selecciones locales de 2024, con lo que el ahínco territorial que se va a hacer en esta materia va a ser fundamental para nosotros. Además de esto, y pues comprendo que las selecciones locales por norma general llevan algún género de presagio de lo que pasará en la próxima decisión presidencial, pienso que de ahí que la multitud se está comenzando a ganar la opción de ser de nuevo gobierno”.
Este desafío de recobrar la base territorial y seducir a sus componentes de que vuelvan a opinar en un emprendimiento político que se ha desviado en los últimos meses en el contexto de una oposición fragmentada y escasas organizadoras fué encabezado por el Consejo de Gobierno por Macaya que pide la implicación de jóvenes líderes como Rodrigo Angosto o Constanza Hube frente a las ocasionales voces de históricos sindicalistas, ciertos silenciados en la mitad de la estrategia de la campaña de rechazo, otros sencillamente olvidados en la mitad de procesos, como nuestro Pablo Longueira, últimamente Amarillos para Chile ha guiñado.
Entre las voces abiertamente críticas en este sentido hacia el liderazgo de la presente Junta Directiva fue la del exsenador y exministro del Interior Víctor Pérez. Esto, en una entrevista reciente con El segundo– abogó por fomentar la unidad en la red social, pero apuntó que “me preocupa que la UDI esté realmente alerta de lo que pasa en materia constitucional y con los inconvenientes reales del pueblo”.
No obstante, desde el piñerismo se está preparando un aparente acto de acompañamiento que podría traer intereses a la presente junta directiva y fue destapado últimamente en la comparecencia del exsecretario de Gobernación y hombre de seguridad del expresidente Piñera, Andrés Chadwick. Fue el mes pasado de octubre con ocasión de su participación en una charla en la Facultad de San Sebastián, donde charló de cerca con el senador Macaya, con quien tiene una relación dinámica, e inclusive en los gremios existen muchos que lo piensan su guía sobre esto. . Político como Chadwick fue entre los impulsores del presente Timonel UDI en el momento en que ingresó al Congreso Nacional tras darle un escaño en su candidatura a Diputado de 2009.
Refiriéndose al nivel de acompañamiento y la representatividad de su liderazgo en la red social, Macaya añadió que “en último término, los partidos son juzgados por los desenlaces y por la aptitud de influir en los debates públicos importantes, y pienso que la UDI existe en ese espíritu”. consenso de que aquí hay una mesa que ha conocido representar las distintas sensibilidades en el partido».
Al final, y refiriéndose al contexto electoral de hoy, que no posee rivalidad como lista unificada, el Senador y Presidente de la UDI ha dicho: “Opuesto a eso que pasó hace un par de años en el momento en que tuvimos una rivalidad electoral, el día de hoy ustedes aceptan mayor compromiso por ello. en el segundo periodo y de ahí que se trató de arrimar a distintas edades, a distintas visiones que hay en el partido, a lideresas de zonas, a una ocupación de mujeres con colosal importancia (…) Hay un desafío por enfrente continuar haciendo un trabajo para regresar a conectar con millones de chilenos y comprender que poseemos vocación en mayoría y eso significa ser mejor partido, tener mejores prácticas, en un país que tiene los partidos en los últimos tiempos”, añadió.
Desarrollo constitutivo: ¿la discusión mucho más importante?
La UDI y exactamente la misma RN y Evópoli -sus compañeros en el emprendimiento político derechista Chile Vamos- se comprometieron a negar la iniciativa de la Convención Constitucional antes del voto de salida para asegurar la viabilidad de un nuevo desarrollo, del 4.9. Más allá de que el triunfo del rechazo dejó a las fuerzas opositoras tomar una situación de poder enclenque, los ámbitos de centro comprendieron mejor el juego y de manera rápida salieron a sacar rédito de una victoria que para bastantes fue mucho más ciudadana que de pertenencia a un campo concreto. . La derecha, víctima de este deber, ha debido asumir un papel que, para una parte de su base componente, está reñido con la esencia misma de su emprendimiento político.
Javier Macaya fue finalmente entre los semblantes mucho más perceptibles de esos líderes de Chile Vamos que aceptaron la compromiso de representar los intereses de la derecha en una mesa dentro por prácticamente todos los partidos con representación parlamentaria, salvo el PDG y el Partido Republicano. En una discusión que duró mucho más de un par de meses, la oposición y el oficialismo no consiguieron llegar a un convenio que garantizase la continuidad del desarrollo en pos de una exclusiva constitución, que hoy día está en cuestión.
En ese sentido, nuestro timonel del sindicalismo cree que el sistema político el día de hoy está absolutamente fragmentado y acepta que «la derecha es aun mucho más que la izquierda», a eso que ve la contestación para reiniciar la discusión constitucional, «por el hecho de que el sistema político y más que nada el sistema electoral hacen irrealizable gobernar Chile”.
Pero la verdad es que el optimismo del senador Macaya, que trata de fomentar la unidad en un partido dividido por el espíritu de la constitución de 1980 y el advenimiento de una exclusiva carta primordial, contrasta con los pronunciamientos de los legisladores de su partido. intención, quienes avisan contra los inconvenientes de viabilidad de la discusión constituyente. “La paciencia tiene un límite”, ha dicho sobre esto el diputado Guillermo Ramírez, quien añadió que “el oficialismo debe arreglar su inconveniente que no está en concordancia y no hizo ninguna iniciativa sobre el mecanismo (…). Al tiempo que el oficialismo Si no tenemos la posibilidad de llegar a un convenio, podemos aguardar una semana o un par de meses. No poseemos nada que llevar a cabo”.
Por su lado, el politólogo y académico de la Facultad de Talca, Mauricio Morales, considera “un despropósito que se efectúen selecciones internas en la UDI, en tanto que Macaya tuvo la astucia de involucrar a la mayor parte de los ámbitos del partido. Ahora reconocido como líder nacional, fué forjando una identidad mucho más autónoma, apartándose algo de la vieja élite del partido: los coroneles. Por otra parte, le dió a la UDI alguna modernidad y la ha anunciado como un partido con la capacidad de amoldarse a los instantes de cambio, singularmente en temas constitucionales. Tras todo, Macaya no tuvo complejos en diferenciarse con los republicanos y semeja que impidió -aun- una fuga masiva de combatientes de la UDI hacia este partido, considerablemente más profundo ideológicamente y que protege los principios de la dictadura de Pinochet. «.
De esta manera, el mes próximo de enero, el Consejo General de la UDI va a decidir sobre la única lista anotada para constituir la novedosa Junta. Allí, el senador Macaya procurará la reelección sin contricantes para comandar la derecha por un par de años mucho más, entregando un liderazgo que para unos ha refrescado un espíritu muy tradicionalista en el sector y para otros ha sacudido las nociones de un campo. , quien no hace bastante estuvo tras la iniciativa de sostener la presente constitución. Macaya apostó por una apuesta territorial que le dejara recobrar el lote perdido por los partidos de derecha en ascenso como el PDG o el Partido Republicano, y comenzó a marcar su estrategia en lo que creía una fragmentación total de su ámbito, en la mitad de la indecisión. sobre la gobernabilidad del país y un desarrollo constituyente estancado.