Durante la temporada de invierno, nuestra piel se ve afectada por los efectos del frío, el viento, la lluvia y la nieve. Por ello, es posible que en las últimas semanas hayas notado algunos cambios en el aspecto, como sequedad, nuevas venas en las piernas o enrojecimiento, debido al descenso de la temperatura. Pero, ¿qué recomiendan nuestros dermatólogos durante una consulta para proteger tu piel en invierno?
Descubre más sobre los 6 hábitos que no pueden faltar en tu rutina para mantener tu piel hidratada y bonita en invierno.
¿Qué le sucede a la piel en invierno?
El frío, especialmente en condiciones extremas, puede dañar la piel. En este sentido, la Dra. Carolina Vila Sava, dermatóloga del Hospital Quironsalud Huelvanos dice que «Cuando hace frío, la circulación sanguínea se ralentiza, la piel se seca más fácilmente y el ciclo de renovación celular de la piel se ralentiza.por lo tanto aparece más seca, apagada, con mayor retención de células muertas y más vulnerable.” Esto puede derivar en lesiones como:
- congelación
- eczema
- sequedad
- bienes
- enrojecimiento
Además, la combinación de frío y calor puede afectar a personas con psoriasis o dermatitis atópica, provocando nuevos brotes o empeorando sus síntomas. Otras condiciones que pueden empeorar en invierno son el fenómeno de Raynaud, que hace que los dedos cambien de color, o la urticaria por frío, que provoca picor o enrojecimiento.
Por todo ello la Dra. Vila destaca la importancia de proteger la piel del frío, la lluvia, el viento y la nieve y seguir una serie de cuidados en nuestra rutina para mantenerla bonita durante el verano.
1. Date una ducha corta con agua tibia
Si te gusta ducharte con agua caliente en invierno y viceversa en verano, debes saber que estas temperaturas extremas pueden dañar tu piel. Lo mejor es seguir los consejos del Dr. Villa que el agua de la ducha esta caliente.
Asimismo, no se recomienda pasar mucho tiempo en la ducha, como dice el médico, “preferiblemente en la ducha una duración aproximada de 15 minutosEvitar los chorros directos a presión para no dañar la epidermis más superficial».
2. Usa una crema hidratante después de la ducha
Hidratar tu piel es un cuidado básico y debes intentar hacerlo de forma abundante y frecuente. En este sentido, la doctora recomienda la aplicación de cremas hidratantes que protejan las células epidérmicas y restablezcan la función barrera, como un emoliente rico en urea, lanolina y vaselina.
Después del baño es el momento ideal para utilizar la crema hidratante que tanto te gusta y mimar tu piel. Sin embargo, ten en cuenta que tu piel puede necesitar una hidratación extra durante el invierno. Así que no dudes en aplicar la crema con más frecuencia a lo largo del día.
No olvides hidratar también tus labios, que son una zona muy sensible cuando hace frío, especialmente en el caso de pieles atópicas, sensibles, cuperosas o psoriásicas.
3. Bebe suficiente agua, incluso en invierno
El consumo de líquidos es una forma natural de proporcionar la hidratación que su cuerpo necesita para funcionar correctamente. “También es importante mantener la piel bien hidratada desde dentro bebiendo suficiente agua y alimentos cocinados en sopas o cremas que mantengan la homeostasis, o calor corporal”, añade la experta.
4. Usa ropa de lana para evitar el congelamiento
Estas lesiones son muy comunes en invierno debido al frío y suelen causar síntomas incómodos como inflamación, picor, manchas rojas y ampollas.
Debido a las bajas temperaturas, se producen congelaciones en los dedos de manos y pies. En particular, la microcirculación de la piel puede verse afectada por la exposición al frío, lo que puede provocar la inflamación de los pequeños vasos sanguíneos de los dedos, una zona muy sensible a la pérdida de calor corporal.
Afortunadamente, al usar la ropa adecuada, puede prevenir estas desagradables lesiones en la piel. En este sentido, el doctor señala que «Es importante tratar de mantener la temperatura corporal mediante el uso de ropa térmica, guantes o calcetines de lana, que también pueden acompañarse Gorros que protegen el cabello y el cuero cabelludo y reducen la pérdida de calor del cuerpo.
5. Evite el contacto directo de la piel con el emisor
¡Qué sensación tan agradable estar cerca o tocar la estufa o estufa con los pies o las manos! Pero, ¿sabías que esta costumbre puede tener consecuencias en la piel, como la aparición de venitas en las piernas?
Por eso, el médico aconseja no acercarse demasiado a fuentes de calor como estufas, radiadores, calderas o braseros: “La vasodilatación repentina puede provocar venas antiestéticas o cambios vasculares importantes. especialmente en la zona de las piernas, así como la posibilidad de quemaduras”.
6. Protector solar, siempre a mano
Si nunca prescindes de tu crema barrera en verano, debe ser el producto estrella también en invierno, y más aún cuando estés al aire libre o disfrutando de la nieve y la montaña. La experta aclara: no olvides el protector solar. «La radiación UV también nos afecta en los meses de invierno, prestar especial atención en contacto con la nieve, ya que los rayos UV se reflejan y pueden provocar quemaduras directamente».
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