Esta semana el calor se sintió en distintas zonas del país. De hecho, la Dirección Meteorológica de Chile ha predecido hasta 36° en Santiago, 35° en Rancagua y Chillán y 37° en Talca.
Frente este fenómeno, poco a poco más común, es esencial adoptar toda clase de protección. Asimismo logramos hallar uno en los alimentos.
Bárbara Flores, nutricionista de Edenred, enseña: “En los días de temperaturas extremas, es esencial tener en consideración algunos géneros de frutas y verduras con contenido elevado de agua, como la sandía, el melón, el pepino, el apio y la lechuga”.
Asimismo asegura que es requisito consumir esos que poseen vitamina A, como las zanahorias y las espinacas; y los que poseen carotenoides, como naranjas y tomates. Estos asisten a resguardar la piel de las quemaduras UV, cuya capacidad incrementa de manera significativa a lo largo de este tiempo.
Flores añade que “se aconseja ignorar los suplementos ricos en grasas con un prominente aporte de hidratos de carbono. Su desarrollo de digestión es mucho más retardado, lo que necesita un trabajo metabólico agregada aparte de las elevadas temperaturas. Un almuerzo de preparaciones ricas en grasas podría ofrecernos considerablemente más sueño de lo frecuente.
En lo que se refiere a la hidratación, la profesional enseña que lo idóneo es consumir agua pura, a la que asimismo se le tienen la posibilidad de añadir pepinos, hojas de menta o trozos de fruta de tu prioridad.
Las bebidas isotónicas se justifican únicamente en el momento en que hay signos de deshidratación, por ejercicio elevado o por una condición médica que lo requiera. “Las bebidas de fantasía no son una aceptable opción”, detalla, “pues solo incrementan la sed por su contenido elevado de azúcar, sodio y conservantes”.
¿De qué forma comes a lo largo del día?
Aconsejamos empezar el día con agua. “Se utiliza para elaborar nuestro sistema digestivo para el resto de comidas del día. Además de esto, tiene sentido comenzar a beneficiar la hidratación, que es en especial primordial en estos instantes”, afirma.
Para el desayuno, enseña, es suficiente con comer una ración de fruta con muesli y ciertos lácteos. Apunta que en la comida como en la cena “es esencial emplear verduras de distintas texturas (crudas y cocidas) y de distintas colores para dar a nuestro cuerpo una mayor pluralidad de vitaminas y sales minerales”.
Debe acompañarse de un alimento con contenido elevado en proteínas (de procedencia animal o vegetal) y de una integración de cereales, probablemente integrales.