El virus del papiloma humano (VPH) se encuentra dentro de las infecciones de transmisión sexual (ITS) más habituales en la población y es quien se encarga de una sucesión de patologías, siendo la primordial causa de cáncer de cuello uterino tanto en mujeres como en hombres. En los hombres, el virus está asociado con el cáncer de pene, ano y orofaringe.
Según datos de la OMS, la prevalencia del VPH en mujeres en el mundo entero se cree en un 11,7%, lo que recomienda que para 2030, los nuevos casos de este cáncer van a llegar a 700.000 y la cifra de muertes de forma anual a 400.000.
El VPH en la actualidad está aprobado por la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) como una vacuna que puede impedir la mayor parte de las situaciones de cáncer de cuello uterino en el momento en que se administra antes que las pequeñas o las mujeres estén expuestas al virus.
Además de esto, está incluido en el Programa Nacional de Vacunación de Chile para pequeños y pequeñas de 4° y 5° nivel, quienes tienen la posibilidad de recibirlo de manera gratuita. No obstante, exactamente la misma organización sugiere la vacunación en mujeres entre 9 y 45 años.
“El VPH se transmite por contacto sexual, que puede ser por sexo por el culo, vaginal u oral, o por contacto con secreciones”, enseña Elizabeth Chong, ginecóloga de Clínica Las Condes. En ese sentido, añade, puede perjudicar a toda la población sexualmente activa.
La inmunización extendida con la vacuna del virus podría achicar los efectos del cáncer de cuello uterino. En mujeres que recién empiezan a tener relaciones íntimas, la exposición a diversos tipos de VPH puede modificar su efectividad, pero la vacuna puede contribuir a impedir otros serotipos del virus que aún no fueron inficionados.
“En la población adulta, por supuesto, la eficiencia va a ser menor por el hecho de que ahora tuvieron contacto, entonces por el comienzo de la actividad sexual, ahora existen algunos géneros de virus del papiloma humano, pero hay distintas serotipos contra los que resguarda. Por consiguiente, podría resguardar contra esos que aún no posee, tal como asimismo contra la reinfección si se suprime naturalmente mediante la inmunidad, con lo que aún tiene un efecto realmente bueno”, apunta el Dr. chong.
¿De qué manera se descubre el VPH?
Entre las mayores barreras para la detección temprana del VPH es la poca continuidad con la que muchas mujeres apelan a la detección. En la actualidad hay 2 pruebas que diagnostican esta infección.
- Citología vaginal (SALTO) que descubre células perturbadas en el cuello uterino, esto es, lesiones precancerosas que, si no se tratan a tiempo, tienen la posibilidad de derivar en cáncer de cuello uterino.
- Prueba de tipificación del virus VPH descubre serotipos de virus que tienen la posibilidad de ocasionar cáncer.
No obstante, siempre y en todo momento se aconseja la utilización de conmutes para esas personas sexualmente activas, más allá de que esta clase de procedimiento puede achicar el peligro de contraer otras anomalías de la salud similares con el VPH, como las verrugas genitales y el cáncer de cuello uterino, este virus puede llegar aun a las áreas no cubiertas. por el preservativo, apunta la experto de Clínica Las Condes.