Las huelgas masivas de los sindicatos franceses contra la reforma de las pensiones del presidente Emmanuel Macron prosiguen escalando Un par de días tras manifestarse en televisión para insistir en que no daría marcha atrás, el presidente equiparó a los participantes de la manifestación con rebeldes que asaltaron el Capitolio estadounidense.
El transporte terrestre, los vuelos y las refinerías se vieron damnificados, puesto que la furia por los proyectos para acrecentar la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años no semeja reducir mucho más de un par de meses una vez que comenzara una sucesión de manifestaciones. y marchas. Los sindicatos han proclamado otro feriado nacional para el 28 de marzo.
Ciertas manifestaciones se volvieron violentas el jueves, con unos 149 policías heridos en toda Francia, en múltiples casos por accidentes que «procedieron de conjuntos de extrema izquierda», ha dicho el ministro del Interior. Gerald Darmanin, en la televisión francesa. Los participantes de la manifestación encendieron mucho más de 140 fogatas en las calles de París, añadió Darmanin. Asimismo se quemó la puerta en oposición al municipio de Burdeos.
En quizás el signo mucho más icónico del movimiento, Una cantidad enorme de toneladas de basura se han acumulado en las calles de París, realizando impracticables ciertas aceras. La recolección de basura prevé seguir el paro hasta el primer día de la semana.
Contado el noveno día de acción contra la reforma de pensiones con la participación de 1.09 miles de individuos en todo el paíssegún el Ministerio del Interior.
El porcentaje de trabajadores del ámbito público que se unieron a las huelgas aumentó de manera significativa el jueves en comparación con la semana previo. si bien muy bajo la suya vértice Las cantidades preliminares del gobierno se anunciaron el primero de los días de manifestaciones, en la época de enero.
Francia solicita a las compañías aéreas que extiendan las reducciones de vuelos hasta el primer día de la semana en la mitad de manifestaciones
Macron protege la reforma
Macron, que en buena medida había dejado a cargo de su primera ministra, Elisabeth Borne, la aprobación parlamentaria de la reforma de las pensiones, apareció en la televisión francesa el miércoles, explicando que era preciso por el bien de las finanzas públicas.
En comparación, sus comentarios produjeron indignación en las calles y en las comunidades. participantes de la manifestación con quien asaltó el Capitolio de los USA el 6 de enero de 2021 y con quien invadió el Parlamento brasileiro el año pasado. Añadió que «no tenemos la posibilidad de admitir rebeldes ni facciones».
Según las investigaciones, la mayor parte de los franceses se enfrenta a los proyectos para acrecentar la edad de jubilación y respaldar a los sindicatos. Son singularmente críticos con la resolución de usar una predisposición constitucional que les dejaba eludir la votación en la Reunión Nacional.
“Macron no escucha a absolutamente nadie. Se comporta como un monarca», ha dicho Marc Stalin, integrante del sindicato CGT y trabajador ferroviario jubilado que asistió a las manifestaciones del jueves. Prometió proseguir manifestándose. «No hay otra alternativa».
Eso es según una encuesta de Harris Interactive de 1,100 mayores efectuada del 17 al 20 de marzo para la gaceta Challenges. El 61% considera lícita la huelga tras recurrir al llamado producto 49.3.
Esta cláusula deja que el poder ejecutivo anule al Parlamento y apruebe leyes sin votación. La activación de la 49.3 deja a los partidos de la oposición enseñar una petición de censura. Si la petición falla, la ley se considera adoptada. La maniobra de pensiones marcó la undécima vez que Élisabeth Borne, la primera ministra de Macron, ha invocado 49,3 en 10 meses en el poder.
Pero aun entre esos que desean que Macron dé marcha atrás, hay escasas esperanzas de que cambie de rumbo. Una encuesta de 1.007 mayores efectuada el 21 y 22 de marzo por el centro de investigaciones Ifop para el diario Le Journal du Dimanche, mostró que el 79% piensa que el gobierno no abandonará la reforma frente mucho más manifestaciones.
Macron ha descartado hasta la actualidad una decisión adelantada, una reorganización de su gobierno o un cambio de reforma para aliviar las tensiones.
«No observamos intento ni sueño de llegar al poder o cambiar de gobierno – es un movimiento de oposiciónha dicho Michel Wieviorka, un sociólogo francés que ha estudiado los movimientos sociales. «Hay sed de democracia y resistencia a un planeta gobernado por tecnócratas y íra por sentirse menospreciado».